¿Para qué más?

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domingo, 13 de diciembre de 2009

El buen ciudadano y el matasanos

En septiembre sufrí un severo golpe mientras realizaba una de las actividades más relajantes y liberadoras que conozco, lo que me conllevó un severo raspón en la frente, una fisura en la membrana inferior del globo ocular, que provocaba que el ya mencionado globo se me llenará de aire cada vez que me sonaba la nariz, y una muy considerable desviación del tabique nasal, a la que haré referencia.

Lógicamente en primera instancia se le dió prioridad a mi ojo fisurado por su obvia importancia funcional. Tras mes y medio sin sonarme y llendo a las revisiones pertinentes, me dieron el alta. Pero hablemos de mi tabique, pasados unos meses de mi alta medica y ya con mi ojo desinflado y en perfectas condiciones, me percato de que mi nariz, con un perfil italiano ya de por sí, sobresale bastante más de la normal y ha perdido su simetría (no es que me muera por este contratiempo estético pero es algo molesto al mirarme al espejo), y en lo que a la respiración se refiere una de mis fosas está practicamente cerrada mientras que la otra está abierta en un 150% aproximadamente, lo que a la hora de dormir, hace que acabe respirando a través de la boca, produciendome una tos que vengo arrastrando hace casi 2 meses, aparte de una sequedad bucal muy molesta.

El hecho es el siguiente:
-Como ciudadano español que soy ejerzo me derecho a la sanidad pública y pido hora con mi médico de cabecera(que está de vacaciones..), en su lugar me atiende una médico sustituta a la cuál le comunico todo lo antes comentado, con cierto énfasis, a sabiendas de la impasibilidad de la mayoría de los médicos de la seguridad social(reitero que no me gusta generalizar) a lo cual ella me mira analizando mi protuberancia y me dice "sí, la verdad que se te nota desviado". Su afirmación confirma que no tengo una obsesión con mi aspecto, así que me quedo esperando que me haga el lógico análisis del tabique "in situ", pero viendo la tardanza le comento "¿no me va a mirar el tabique?", ella muy sobradamente responde "no me hace falta, ya lo hará el traumatólogo". En ese momento me está apunto de estallar esa vena que podría definir como político-crítica, que me hubiera hecho decir todo eso que pienso sobre los "matasanos" que en algunas ocasiones nos asignan como médicos y que hacen un juramento hipocrático que se pasan por quién sabe donde. Pero respiro hondo(por la única fosa q me lo permite), pienso en mi madre, y me aguanto, a sabiendas de que algún día volverá mi verdadero médico.


Después de tan arduo análisis médico me da un formulario con el que he de pedir hora, no sin antes hacer más de media hora de cola, en el trancurso de la cual veo que mi prioridad como paciente es "normal", yo en mi infinita comprensión deduzco, ¡habrá gente con mucha mas urgencia!. Tras una larga reflexión llega mi turno y un hombre simpático pero no muy eficiente me comunica que tengo hora con el traumatólogo para Mayo de 2010(situémonos en Noviembre de 2009), fecha para la cual espero que mi tos no haya pasado a ser una pulmonía. Yo como buen ciudadano asumo el criterio de la médico(por llamarla de alguna manera) y confío en el buen funcionamiento del sistema sanitario.

Ya en casa, comento con mi madre los 6 meses de espera para que me vea el traumatólogo, a los que he de sumarle los que tardará en verme el cirujano en cuestión, y ella sin maldad niguna me dice" ¿porqué no me lo dijiste? hubieras hablado con mi amiga de información (la que te da la cita) y te hubiera puesto mucho antes". Como dije antes, soy un buen ciudadano.

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