¿Para qué más?

¿Para qué más?

lunes, 10 de mayo de 2010

Yo, bipolar

Perdoneme señor blog, porque he pecado, he tenido pensamientos impuros, en esta pausa blogera llegué ha plantearme borrar todo rastro de este mal llamado "mi blog", porque como diría Georges Rémi "Hergé" (autor de Tintín), una vez publicado algo, deja de ser tuyo, ya que cada uno lo interpreta a su manera. Tú pones los ingredientes, y cada cual los cocina a su manera, en este horno que tenemos por cerebro.

He hecho alarde de esa faceta bipolar que tanto me caracteriza, y al leer "Crónicas de una mente inquieta" pensé (sí amigos, a veces pienso) "¿Qué friky soy no?" Y por un momento me avergonzé de mí mismo, y pensé en borrar todo esto, pero deje reposar la idea, y gracias en parte a algunas buenas críticas, más de las que esperaba por cierto, y aprovecho la ocasión para agradecer a los que pierden parte de su valioso tiempo aquí, recuperé la fé en mí y en esto de los blogs, y fue en ese momento cuando pensé nuevamente"soy un friky, ¿Y qué?" Pero antes de que me pierda por las ramas, explicaré el porqué hago referencia a esta bipolaridad.

Ya he mencionado que soy de esos que piensan en exceso, o por defecto, depende del lado del que se mire, pero el caso es que me planteo cada cosa una y mil veces, desde lo más cotidiano, como porqué hay días que tengo el ojo derecho más cerrado que el izquierdo, y viceversa, hasta lo más extraño o inusual, aquí no pongo ejemplo ya que soy bastante dado a pensar esta clase de cosas y necesitaría un blog entero para hablar de ellas, tiempo al tiempo, pero bueno, el caso es que debido a mis debaneos mentales, y en función de mi estado de ánimo, hay espacios de tiempo, que pueden ser desde segundos, minutos u horas, hasta días, semanas, o meses, en los que puedo dar una opinión totalmente distinta sobre un mismo tema, o ser una persona totalmente distinta, siempre teniendo en cuenta la variable humor.

Un día me siento tan locuaz y comprensivo, que soy capaz de hablar hasta con el jonkey de turno que viene a pedirte "un eurito pa la guagua" y le explico argumentadamente porqué debería buscarse otra excusa para pedir dinero o mayoritariamente, un trabajo, incluso le ofrezco de pagarle la guagua, a lo cual él te dice "prefiero el euro"; como también al susodicho jonkey que viene a por su "eurito", lo mando a la mierda de manera no muy cortés en plan " ¡arranca de aquí jodio jaco, y dejate de molestar, que nadie te mando a meterte en la droga!".

A mi favor he de decir que, independientemente de mi "yo" presente, siempre que soy llamado al raciocinio, vuelvo a mi cauce y soy capaz de dar una opinión total y completamente objetiva, es lo que tenemos los bipolares...

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